Terrible ruta por Espadán y liberadora vuelta a Valencia

Distancia 66,9 kmDesnivel positivo 842 m
Tiempo en movimiento 4:39IBP 64
Perfil de la ruta

Puedes descargar el track pulsando aquí.

Lo de este fin de semana ya empezó de forma un tanto desconcertante. Normalmente cuando se planifica una ruta a partir de un track ajeno deja implícito dos decisiones: el punto de salida y el sentido de la ruta. Justo las dos cosas que no han estado claras hasta horas antes de empezar a pedalear. El track en teoría salía de Estivella, pero para permitir que se pudiese venir en tren finalmente hemos salido desde Faura. ¿Adivináis cuánta gente ha venido en tren? Pues eso.

Y luego el sentido de la ruta ha sido todo un show. Yo me curé en salud y puse el track al derecho, del revés, por delante y por detrás… Para que al final hubiera gente que pensara que el track original ya venía mal de fábrica.

Tras llegar a Faura y reunirnos, el primer paso era adentrarnos en el campo subiendo la senda del Codoval, recorriendo caminos que ya conocíamos de otras ocasiones en las que hemos rodado por aquí. Muchas de las subidas eran bastante duras, pero alguna en concreto se hacían imposibles de recorrer. El track nos mandaba por el lecho de un barranco con piedras afiladas y recovecos imposibles por donde evidentemente no se podía pasar, porque en realidad había que llegar a un sendero justo a la derecha, diez metros por encima y recubierto de maleza… Pero no pasa nada, sucede en las mejores familias.

Esta sutil metáfora indica la leve inflamación de mis testículos a estas alturas de ruta
Esta sutil metáfora indica la leve inflamación de mis testículos a estas alturas de la ruta

Tras algunas sendas y pistas llegamos hasta Estivella, localidad desde la cual sale el track original. Ya había hambre pero para evitar apalancamientos en bares al final paramos en un descampado poco después de atravesar el pueblo, por pura precaución. Todo apuntaba a que la ruta iba a acabar tarde.

Seguimos por una subida continua sobre muy buen terreno. Desgraciadamente ese firme acaba y llega un momento en el que mis dos platos se ponen al límite. Ya sobra toda la ropa —Vicente sí que sabe— y no sé por qué demonios en pleno enero empiezan los ojos a escocerme de la alergia. ¡Bravo! Los últimos metros, al final por pura desidia, andando.

Pero no pasa nada. Eran momentos de extrema felicidad en comparación a lo que vino después, una senda muy estrecha y larga de esas que a cada veinte metros me toca pararme y descabalgar de la bici porque es un jodido suicidio bajar por ahí. Rafa se pega una leche. Andrés una señora hostia… Pues no me apetecía ser el siguiente, para que nos vamos a engañar. Veo que esta ruta se está convirtiendo en una misa, por lo de levantarse y sentarse setenta veces antes de irnos en paz.

Como se puede observar, la ruta provocaba más y más inflamación.
Como se puede observar, la ruta provocaba más y más inflamación.

Pero no acaba ahí, no… Porque después toca subir a una torre de telegrafía óptica en lo alto de una montaña a la que casi tuvimos que escalarla. Todos los que éramos, con la bici de la mano o al hombro subiendo por una estrecha senda hecha a base de pedruscos como si fuésemos una expedición al Himalaya. Era tan épico que daba por hecho que al llegar clavaríamos una bandera como en Iwo Jima.

Tanto rato subiendo a pie, resbalando entre piedra suelta… Será porque las vistas son espectaculares y porque la bajada será digna de recordar. ¡Ja! Verse, se veía lo mismo que antes de subir y la bajada era un puto infierno que ya por pura desidia bajé andando porque ya entre el calor y el hartazgo no me apetecía ni hacer el paripé de estar montando y desmontando de la bici a cada diez segundos. Cuando me volví a encontrar con los demás dije claramente:

Cuando llegue a casa, con mi cuenta, entraré en el wikiloc de Garbici y pondré: «Si creéis en la reencarnación, en vuestra próxima vida naceréis como escarabajos peloteros»

Tras la subida y bajada a la torre del telégrafo, los tenía ya del tamaño de un tanque de gas de la petroquímica de Tarragona. No sabéis lo difícil que es subirse a una bici con dos de éstos colgando.
Tras la subida y bajada a la torre del telégrafo, los tenía ya del tamaño de un tanque de gas de la petroquímica de Tarragona. No sabéis lo difícil que es subirse a una bici con dos de éstos colgando.

Para continuar tocaba volver a subir una cantidad indecente de metros que ya me temía que sería para tirarse por sitios peores aún. Ahí, aprovechando que gracias al GPS no me iba a perder tiré rápidamente y les saqué una ventaja de diez minutos a los demás que aproveché para rodar solo olvidándome de la mierda de ruta que estábamos haciendo. Tengo la habilidad para en las peores situaciones poner la mente en blanco rollo zen y silbar, cantar o recitar poesía si hiciera falta. Me evade de la frustración que provoca ver como siempre soy el último que llega a los sitios mientras todo el mundo me espera. Me gusta cuando en las rutas coincido con Alicia y con Damián, porque más o menos los tres tenemos la misma capacidad técnica a la hora de afrontar las bajadas y asumir riesgos, pero aquí estaba yo solo y a un kilómetro, los demás esperando.

La última de las bajadas que hice, para no perder la costumbre, me tocó hacerla a pie. ¡Como no! Me estoy dando cuenta que con la otra bici pese a subir más cansado y más lento, pocas eran las rampas que se resistían (la gracia de los tres platos). Y las bajadas eran mucho más seguras, más que nada porque ahora la trazada surca sobre los obstáculos, y antes la trazada creaba un surco.

La senda acaba en la carretera que va de Torres-Torres a Les Valls. Ahora en teoría tocaría volver hasta faura pasando por el barranco del Codoval, pero…

Huevos inflamados a tamaño planetario.
Huevos inflamados a tamaño planetario.

Así que aprovechando la carretera y las poquísimas ganas de nada, Vicente y yo nos fuimos echando leches de allí. En cuanto pasó un grupo de ciclistas bajando, allá que me piqué a bajar a más de 40 por hora.

La vuelta a Valencia, una delicia. Tranquilos, veloces, con el corazón trabajando como debe de trabajar y ganando con esfuerzo y sin pausa cada kilómetro que nos faltaba hasta casa. Sin duda, lo mejor de la mañana. Lo único que se merecería el título de la crónica.

Al llegar a casa no pude más que comentar la ruta por Whatsapp:

Alberto

Sin ironías ni dobles lecturas: como me alegro de que Damián no haya podido venir hoy. Nuestra mala leche se hubiera «retroalimentado» y hubiera salido aún más hasta los huevos de lo que he salido hoy. Y eso que he intentado ponerme «rollo zen» y que me importase todo un carajo.

16:10

Alberto

Así, en caliente: la peor ruta de El Perro Verde BTT.
Jamás.

16:11

Alberto

Y eso que siempre intento encontrarle aspectos positivos a las rutas. Incluso cuando todo se tuerce y acabamos perdidos a las cuatro de la tarde. Pero cuando lo único que destacaría es la vuelta a Valencia con Vicente…

16:15

Alberto

Lo dicho: una 💩 x 1.000

16:17

Es la primera ruta que he abandonado. Por hartazgo e inflamación aguda de testículos. Y lo dice uno que aguantó en el cine una peli de Garci sin reclamar daños y perjuicios.

Hala. Ya me he desahogado.

Valoración de la ruta

Puntuación de la ruta:
Una estrella
PuntosPuntosPuntosPuntosPuntos
Dificultad física:
Dos pedales
PuntosPuntosPuntosPuntosPuntos
Dificultad técnica:
Cuatro pedruscos y medio
PuntosPuntosPuntosPuntosPuntos
Paisajes:
Dos carrascas
PuntosPuntosPuntosPuntosPuntos
Peligrosidad:
Tres huesos rotos
PuntosPuntosPuntosPuntosPuntos

Las fotos del día

8 comentarios en «Terrible ruta por Espadán y liberadora vuelta a Valencia»

  1. Hola. Como supongo que a mucha gente le gustó (incluso a José Vicente, que se llevó una rueda doblada y una buena leche de recuerdo), vengo a decir en los comentarios —que es como lo quería poner en la crónica pero no me atrevo— que hay tres verdades universales en esta vida:

    La primera, es que quien conduce elige la música.

    La segunda, es que no importa que la sacudas como un martillo, la última gota va al calzoncillo.

    Y la tercera es que quien escribe la crónica la escriba bajo su punto de vista y su total responsabilidad. Y como podéis ver debajo del título, ahí pone Alberto. Las quejas en plan «todo es mentira, la ruta fue maravillosa» me perseguirán durante semanas, pero es algo que tengo asumido. Jajajaja!!!

  2. como se dice en mi pueblo: haz de tripas corazon.
    bravo Alberto.. como me alegro de no haber podido ir a la ruta.. :)
    venga, que la proxima sera mejor.

  3. Jajaja. Muy buena la crónica como siempre Alberto. Lo cierto es que tus crónicas son algo más, describen de forma interesante, curiosa y divertida las rutas.
    Pero . . . Yo soy trialero y soy de los que cuanto más difícil y en peor situación están las cosas más me animo. Lo que a la gente no le gustó en absoluto, la subida pedregosa a la torre, a mí me gustó.
    Pregunta: ¿Cúantas veces has subido por situaciones como ésta?
    Respuesta: Para mí ni la primera ni la última, es más seguro que la misma la vuelvo a subir para bajarla. Leches de camino incluídas fijo.
    Y las cuestas «parriba» ya sabes : hay que intentarlas todas y sino se consiguen . . . Reintentar.

    Ahora desde luego entiendo tu parecer y el de la mayoría, cada uno es como es y reconozco que algo tozudo y bruto soy.

    Me despido dándote la enhorabuena otra vez por cada una de tus crónicas y en especial ésta, eso de las comparaciones ha sido genial.

  4. En primer lugar, Alberto eres mi héroe, volver a Valencia en bici tras el palizón de ruta , eres un crack y en segundo lugar me ha encantado tu cronica :)

  5. La crónica está bien aunque desde un punto de vista muy particular. La ruta no fué tan mala como la pintas. Además te perdiste el último tramo de subida antes de la bajada por Codoval

  6. Estoy seguro de que la ruta, basándome en los mensajes de What’s’App, algunos de ellos de trialeros, no fue lo que nos esperábamos. Como escribe Alberto, estoy seguro de que si hubiera ido nuestra mala leche se habría retroalimentado.
    ¡Que gran crónica!

  7. Hola. Soy el responsable de esta ruta y me ha sorprendido el resultado. Contaros que yo la hice con una bicicleta rígida del decathlon y a parte del de la subida al castillo que es infumable, el resto de la ruta se pude hacer prácticamente entera. Para ser sincero puse pie a tierra en el cruce del barranco para tomar la senda de la font de la rivera (5 metros), el salto chungo de la senda de la franca (2 metros), el tramo empinado de la senda del dragon khan (2 metros) y la salida de la senda del Codoval (2 metros). Eso si, la subida del Codoval, si te fija en el track es por la pista y no por la senda.

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