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Crónicas de las rutas de El Perro Verde BTT. Con fotos, tracks, vídeos, etc.

Calderona, Rebalsadors y dos maneras de llegar a Bétera

Otro sábado más El Perro Verde BTT nos aleja del ruido de la ciudad subidos en nuestras bicicletas, teniendo como destino la Serra Calderona.

Aunque la ruta oficialmente comienza en la estación del Trenet de Bétera, para no empezar el fin de semana —literalmente— bajo tierra, decidí ir al punto de encuentro pedaleando por el camino de Moncada, Masies y el Camino viejo de Bétera. El único punto en el que es necesario estar atento es al pasar la universidad en Moncada, pues hay que cruzar el paso subterráneo mediante el paso peatonal y no despistarse, puesto que la rampa de salida nos conduce de nuevo a Moncada.

En el mirador de Rebalsadors

Tras el reencuentro en la estación comienza la ruta. Para llegar a la sierra decidimos seguir la CV-331, que dispone de un carril bici segregado hasta pasar la base militar de Bétera. Cuando el carril se acaba tendremos que ir por la carretera, pero hay muy poco tráfico y durante la mayor parte del tiempo será más probable encontrar otros ciclistas que coches.

Tras dejar a nuestra derecha el Hospital de Porta Coeli y justo tras el kilómetro 6 de la carretera tomaremos la pista de la izquierda. Tardaremos bastante en volver a ver el asfalto. Aunque llevamos subiendo desde la salida de Bétera, es desde este momento donde será más patente. Tras un rato de pedaleo que nos servirá de toma de contacto, llegaremos a un cruce con una señal que nos indicará «Rebalsadors» y «Font del Berro» a la derecha. A partir de aquí comienza el reto a superar hoy. 12 kilómetros de subida prácticamente continua y un ascenso acumulado de 746 metros hasta Rebalsadors.

Se hace necesario tomar un respiro en el Waypoint llamado «Vistas de la sierra» y hacer un par de fotos mientras se recupera el resuello. Un grupo de senderistas nos indicó rutas, abrigos y miradores que se pueden explorar por la zona. Aunque el hambre ya hace acto de aparición, decidimos comer en la fuente del Poll, que aunque en teoría estaba a trescientos metros de nada se nos hizo tan largo como si hubiesen sido más de dos kilómetros.
Almuerzo improvisado

Tras comer de pie y sin cafés, pensando en la posibilidad de llevar una Nespresso y alimentarla con una dinamo, los más osados subimos hasta el mirador de Rebalsadors. Este es el único tramo con un firme que exige un poco de destreza, especialmente en los últimos metros. El resto de la ruta de hoy se puede hacer sin grandes problemas con una bicicleta híbrida.

El mirador también puede usarse como refugio, ya que hay una zona bajo techo que puede ser muy útil para guarecerse de una tormenta inesperada.

Ahora queda la parte más emocionante, pues bajaremos los 780 metros en los que se sitúa el mirador hasta los 300 de la Cartuja en 25 minutos. Pese a que la pista se encuentra en buen estado, sin grava y sin roderas, hay varias curvas en las que no debes confiarte o puede que acabes volando como Elliott, pero sin E.T. en la cesta.

Ya en la cartuja sólo queda deshacer lo hecho para volver a Bétera. Cuesta abajo, multitud de ciclistas, asfalto… Es entonces donde de forma inevitable mutamos de personas calmadas, tranquilas y responsables a bajar como si al llegar hubiese un podio y botellas de champán para que los ganadores las agiten y empapen a todo el mundo, logrando medias de 35 por hora y máximas de 45.

Tras llegar a la estación, Vicente Sanz y Rafa decidieron acompañarme pedaleando a Valencia por la CV-310, que lejos de lo peligrosa que me parecía en un principio, realmente tiene unos arcenes muy generosos y pudimos llegar a Valencia muy bien acompañados por otro grupo de ciclistas de carretera.

Recuento de bajas

No hubieron bajas, pero a Rebalsadors no subimos todos. ¡Hace falta entrenar más la resistencia!

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Piedras y saltos bajando de Calicanto

De la mano de El Perro Verde BTT empezamos el año con una ruta con un firme mucho más agradecido del que solemos rodar —y a veces caminar— por los parajes de la serra Perenxisa y el Vedat de Torrent.

Paco Jorge por una senda

Saliendo desde Valencia nos dirigimos por el Camí Vell hasta Torrent y por la calle Valencia rozamos el Polígono del Mas del Jutge. Pero nada más entrar buscaremos la pasarela para cruzar el barranco. Rodaremos por sendas en su orilla sur y finalmente bajaremos a su cauce a través de unos escalones labrados en la piedra que hay que tomar con calma.

Ya en el cauce cruzaremos el acueducto del canal Xúquer-Túria y atravesaremos el Barranco de L’Horteta hasta llegar al paso inferior de la A-7. Ya estamos en Calicanto. Ahora nos queda decidir como afrontar la subida. En el track está marcada la subida por el asfalto. Para subir a las dos antenas por la senda tendremos que girar en la derecha en el punto indicado.

La subida a las antenas por asfalto no implica dificultad ninguna, no así por la senda… ¡Pero hay que subir más de 200 metros, claro! La bajada por los pedruscos, pese a las advertencias del resto del grupo, no la he notado especialmente difícil. Pese a mi chapucera técnica, apenas he tenido que poner el pie en tierra una vez. ¿Estaré progresando?

Almorzando en Calicanto

Tras el almuerzo, más copioso y largo de lo recomendable para evitar las prisas de última hora, nos hemos adentrado en el Monte del Vedat de Torrent por multitud de sendas asequibles pero muy divertidas. Mucho ojo al cruzar la carretera de Montserrat, puesto que hay que ser paciente para cruzarla.

Finalmente hemos bajado la Avenida de Torrent en mitad de un embotellamiento y vuelta a Valencia con la velocidad a la que nos tienen acostumbrados nuestros ciclistas más veloces.

Recuento de bajas

Caída tonta con las calas, con resultado de una herida en la rodilla.

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Desentumeciendo los huesos por el Clot de les Tortugues

Tremenda la ruta que nos cocinó y sirvió Vicente. Tan variada que tuvo de todo. Subidas prolongadas en las que poner a prueba tu resistencia, sendas en las que hay que valorar el riesgo a cada pedrusco que pillas, bajadas llenas de curvas y de postre, una buena carrera en una cuesta asfaltada hasta llegar a Picassent en la que desentumecer el cuerpo de tantos brincos.

El tramo en el que se baja al Clot, pese a ser el más bonito del camino es prácticamente imposible hacerlo montado en la bici. Imprescindible bicicleta de montaña.