Por segundo año consecutivo, y en esta ocasión con inicio en La Virgen de la Vega, parte de la manada de El Perro Verde btt saboreó el pasado fin de semana una convivencia ciclista , en la que el objetivo deportivo era culminar las dos magníficas rutas preparadas por nuestro compañero y biker más veterano del grupo Vicente Sanz . En ambas pudimos admirar los muy bellos paisajes de la Sierra de Gúdar.

A punto de partir

La primera ruta, con paso por Mora de Rubielos, brindó una primera parte con algunas sendas y zonas verdes y boscosas, castigando con una segunda mitad dura e inhóspita debido principalmente a las altas temperaturas.  Aún así, valió la pena visitar  los magníficos parajes  por los  que transcurrió:  Fuen Narices,  El  Arco Natural y la Cascada de la Hiedra entre otros, además del Embalse de  Las Tosquillas,  el cual  recorrimos en todo su perímetro atravesando sendas, algunas  de ellas  algo técnicas.

Arco Natural

A la llegada, nos  esperaba la piscina cubierta de  Selva  Nevada,  en la que antes de  que fuera servida la comida  disfrutamos de un relajante baño.

La piscina, impagable

Por la tarde,  visita turística a  la localidad de Rubielos de Mora,   pueblo  excepcionalmente cuidado y con un marcado aroma medieval, que en el año 1980 fue declarado conjunto Histórico-Artístico y en 1983 recibió el premio Europa Nostra.

De paseo por Rubielos

La segunda ruta , con la coronación del Pico Peñarroya, cota más alta de la provincia de Teruel con sus 2028 metros de altitud, y con una pendiente media del 10%, contó con el paso obligado por la estación de esquí de Valdelinares.

En los remontadores

Antes de pedalear por las cotas más altas de la ruta, y al igual que en la jornada anterior, tuvimos que atravesar numerosos cercados electrificados de ganado, en los que en algunos se pudieron vivir ciertos «momentos de tensión» con algunas vacas desafiantes. Afortunadamente no habían toros, aunque lo desconocíamos. Nuestro compañero Rafa Folgado, electricista de  la manada, nos facilitó los accesos  convirtiéndose en el «mayoral» de El Perro Verde btt.

El  «mayoral»  abriendo el cercado

Tras el  ascenso fuimos obsequiados con una panorámica única en toda la provincia, desde la que se puede llegar  a ver el Pico Peñagolosa.  Los buenos bajadores se holgaron con un descenso vertiginoso hasta Alcalá de la Selva, en donde nos refrescamos, (¡y de qué manera), en su preciosa fuente junto a la iglesia. Al regresar nos esperaba nuestro amigo Williams con, (¡Atención!), la cerveza más fría que recordábamos haber   saboreado.

Cerveza helada

A la postre, un fin de semana de convivencia y pedales dentro del mejor ambiente, lo cual ha sido desde siempre marca de la casa.  La escapada del próximo año ya está en marcha.

¡Que no pare la manada!